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DESCONTENTO EN LAS FILAS CASTRENSES POR LA DEGRADACIÓN A QUE ES SOMETIDA POR LOPEZ OBRADOR

Ciudad de México
La denuncia pública del general en retiro Domingo Ávila Medina que tuvo el valor de demostrar con valor, el descontento que existe al interior de las filas de las fuerzas
La denuncia pública del general en retiro Domingo Ávila Medina que tuvo el valor de demostrar con valor, el descontento que existe al interior de las filas de las fuerzas armadas por el uso que el presidente Andrés Manuel López Obrador ha degradado la vida institucional de Ejercito Mexicano y de la Marina

Son varios los generales, unos en el servicio activo y otros en situación de retiro retito, que han demostrado en privado y en público, el malestar que existe en el personal castrense.

Las tensiones y malestar al interior de los altos mandos son crecientes. Es difícil —prácticamente imposible— conocer el número de desafectos, pero es considerable, saben que darlo a conocer les podría traerles represalias, del general secretario Luis Crescencio Sandoval, que es incondicional al “Jefe Máximo”, por sobre la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

Ante la humillación, no solo del presidente, sino de la población que agrede, desarma y, ofende debido a la orden de “abrazos y no balazos” que imposibilidad a los miembros del “pueblo uniformado y armado” a usar la fuerza letal ante las emboscadas.

Aun se recuerda la declaración del tabasqueño en el sentido de “si por mi fuera, desaparecería al Ejercito Mexicano”, idea que se está tomando forma ante la iniciativa de incorporar a los miembros de la Guardia Nacional, a ser un apéndice en las filas de la Sedena.

Los divisionarios no comparten la idea presidencial de que los miembros del Ejercito Mexicano, sea parte de los negocios, constructor de obras civiles y titulares de empresas de lucro, como la administración del aeropuerto militar Felipe Ángeles, convertido por capricho del mandatario en aeropuerto civil.

Existe el antecedente que, en naciones, en donde el Ejercito es incorporado en el mundo de los negocios, los militares de alto rengo se han corrompido, y ya se han dado casos de corrupción entre los militares de tres estrellas.

Ahora, con que cara los miembros del Ejercito Mexicano y de la Armada de México, podrán gritar “por el honor de México” en las diversas ceremonias castrenses.

El pueblo armado y uniformado por su lealtad y disciplina no ha protestado abiertamente el hecho de que sea utilizado como personal “mil usos”, eso -expresan en voz baja- los denigra y los rebaja, debido a que las funciones de los militares son de otra índole.

Los soldados están capacitados para desarrollar otro tipo de tareas y responsabilidades. Ahora el Ejército se desgasta en actividades que no le corresponden y deja de lado las que les son sustantivas.

El descontento, ahora dado a conocer por el general Ávila Medina, que ha sido convocado para que se presente, acompañado de un abogado de su confianza, ante la Procuraduría de Justicia Militar, para que responda por su “indisciplina de criticar a instar a desobedecer las órdenes del jefe máximo de las fuerzas armadas.

La fallida estrategia presidencial de seguridad “abrazos y balazos” y la orden de que no se debe usar la fuerza porque genera más violencia.

A militares divisionarios les molesta que tengan que cumplir las absurdas instrucciones de Lopez Obrador”, mientras avanza el crimen organizado, que ya tiene presencia en gran parte del territorio nacional.

La expresión del tabasqueño de que los criminales se les debe tener todo género de consideraciones “porque también son seres humanos”

Les ofenden las concesiones que el presidente hace al crimen en aras de supuestamente alcanzar la paz.

Debe ser muy humillante ser militar y observar que se ofenda, agreda y hasta expulse con lujo de violencia e insultos a los elementos de las Armas Nacionales de regiones enteras dentro del territorio nacional.

Además, algunas declaraciones del secretario de la Defensa Nacional desagradan a no pocos en retiro.

Recuerdan que fue imposición del presidente de la República, ya que Sandoval no estaba en la lista de los generales de división con los méritos suficientes para alcanzar las cuatro estrellas, que identifican al titular de la Secretaría de la Defensa Nacional.

El Ejército Mexicano, como institución del Estado, no debe tomar partido por ninguna de las fuerzas políticas del país. En su concepción, los militares no deben tener una posición política partidaria y están al servicio de toda la sociedad y no solo de una parte de ella.

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