El diputado Rigoberto Mares lamentó que miles de estudiantes de escuelas privadas vayan a perder su ciclo escolar y niveles de aprendizaje, por cierres ante la falta de apoyos.
“Y no pueden migrar al sector educativo público porque no hay lugares, no sirven las plataformas en línea y mucho menos existe garantía de calidad educativa con Delfina Gómez”.
Para Acción Nacional resulta muy doloroso ver como empresas, negocios y ahora escuelas particulares van a cerrar para siempre por la pandemia, pero también, debido a la subestimación de ayudar y facilitarles apoyos o incentivos económicos que les permita salir adelante.
La Asociación Nacional de Escuelas Particulares reportó en enero que alrededor de 20 mil escuelas privadas agremiadas quebraron y será difícil que vuelvan a abrir, arrastrando con ello empleos, sus matrículas y aprovechamiento escolar.
Este último, siendo un aspecto importante debido a las malas calificaciones que México ha tenido en evaluaciones internacionales como Pisa, que ha posicionado al país como de los últimos principalmente en asignaturas como matemáticas.
“Demandamos del presidente Andrés Manuel López Obrador, entrar al quite y dar instrucciones para que la SEP o la Secretaría de Hacienda puedan facilitar apoyos para estos centros educativos”.
Otra manera, propuso el legislador del PAN, es firmar un convenio con las ANEP para generar estímulos que les permitan abrir, retener nómina y recuperar al alumnado.
Además, y ante la disyuntiva de abrir o no, el Estado, comentó Mares, tiene la obligación de no dejar perder núcleos generadores de empleo como son en este caso, las escuelas privadas que hacen una gran y loable labor por formar buenos mexicanos.
“El Gobierno debe impulsar también apoyos para los padres de familia porque no pueden pagar los estudios privados de sus hijos y quieren que regresen a estudiar”.
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