Por Severo MADRAZO
Porfirio Muñoz Ledo y Lazo de la Vega, ha recorrido un largo camino en el escabroso mundo de la política: Ha sido presidente del PRI y del PRD, secretario
Porfirio Muñoz Ledo y Lazo de la Vega, ha recorrido un largo camino en el escabroso mundo de la política: Ha sido presidente del PRI y del PRD, secretario de Educación, secretario de del Trabajo y Previsión Social, diputado, senador, candidato presidencial por el extinto partido Auténtico de la Revolución Mexicana, representante de México ante la ONU, en Nueva York, donde protagonizó un bochornoso espectáculo que le costó su salida.
Hay varias versiones de ese episodio, la más cercana es que irritado con uno de sus “consejeros personales” porque estacionó su vehículo en el lugar asignado para el “diplomático”.
Muy alterado, armado con un bate de beisbol, rompió varios cristales de la unidad del otrora su muy cercano colaborador
El presidente de la Cámara de Diputados, gracias a la sumisión que le rinde a Andrés Manuel López Obrador, disfruta del poder que creía perdido para siempre.
En todos los cargos que ha tenido ha dejado huella.
Unos lo consideran de mente brillante, otros como oportunista y otros más como un profesional de la traición. Lo cierto es que aplica el histórico lema de “vivir fuera del presupuesto, es vivir en error”
A sus 85 años está convertido en un gordito senil, aficionado a las bebidas etílicas, rebosante de soberbia; pero a pesar del tiempo, no ha logrado despojarse de su compulsión por la traición, que ha dejado huella en la trayectoria de su vida política.
Tanto en los partidos políticos en los que ha militado, así como con las lealtades de quienes le tendieron la mano; en su permanencia matrimonial o en sus orientaciones sexuales, de acuerdo con un desplegado firmado hace años por Patrocinio González Bianco Garrido, ex secretario de Gobernación.
Porfirio tiene muchos malquerientes, el todavía brillante pero poliédrico político tiene en su biografía política una serie de rupturas, rompió con el sistema priista, partido del que fue presidente; se distanció de Cuauhtémoc Cárdenas y con el Partido de la Revolución Democrática y con el partido que ambos contribuyeron a crear.
Rompió con el Partido Auténtico de la Revolución Mexicana, del que fue efímero candidato presidencial y con Vicente Fox Quezada, del que fue asesor político.
Con el Peje no romperá (por ahora) en virtud de que lo rehabilitó como político de altos vuelos, al ordenar que se le entregara la presidencia de la Cámara de Diputados.
Muñoz Ledo y Lazo de la Vega, se acercó a AMLO en los días oscuros del desafuero del Peje, debido al desacato de una orden judicial.
A partir de entonces se autonombró “ideólogo” del ahora Presidente electo, pero que no olvida su condición de candidato, debido a su “gira de agradecimiento” con recursos no revelados como los que gasto a lo largo de su muy extensa campaña por la Presidencia de México, de casi una década.
El Peje está hecho para la diatriba, para el mitín multitudinario, para recorrer la legua; no para un cargo de la magnitud e importancia de la Presidencia de la República.
Como legislador del PRI, Muñoz Ledo en tribuna defendió la versión oficial de los sucesos ocurridos el dos de octubre de 1968, en la Plaza de las Tres Culturas:
“Nada me ha conmovido más que el pronunciamiento del más distinguido priista: Gustavo Díaz Ordaz, ante la amenaza de quienes, por conflictos sociales, llegaron a poner en riesgo la paz pública” expresó en tribuna, el hoy incondicional del Peje, en su respuesta al quinto informe de gobierno del Presidente.
Ya en la oposición, el guanajuatense interrumpió la lectura del VI Informe de Gobierno del Presidente Miguel de la Madrid.
Ahora Porfirio Muñoz Ledo, en su carácter de presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, tendrá la obligación de colocar la banda presidencial al Presidente, ahora sí legítimo, Andrés Manuel López Obrador.
Otro rasgo del “retrato hablado” del diputado federal por el MORENA, es el episodio en el que pretendió ser candidato al gobierno de Guanajuato, con el infantil pretexto de que le corresponde competir por “derecho de sangre”.
En una de sus muchas intervenciones, Muñoz Ledo pronostico que “Calderón no termina” su sexenio, y bajo un “mandato constitucional” es necesaria una remoción.
Como secretario del Trabajo y Previsión Social, durante el sexenio del Presidente Luis Echeverría Álvarez, combatió sin tregua al sindicalismo independiente.
Para obligar a los mineros de Coahuila de las empresas Cinsa-Cifunsa, Porfirio pidió apoyo a Napoleón Gómez Sada, considerado en aquella época cacique sindical.
Ante la presión ejercida por el titular de la secretaría del Trabajo, los mineros se afiliaron al sindicato de Gómez Sada, por cierto, padre del ahora senador de la República, por el MORENA, Napoleón Gómez Urrutia, ahora con fuero, y en esa condición burló la justicia y las exigencias de los mineros que reclaman, nada más, 55 millones de dólares.
La experiencia que obtuvo como titular de la secretaría del Trabajo, será de mucha utilidad para orientar a la futura titular de la STyPS, Luisa Marìa Alcalde Lujàn, cuyo único mèrito es la de ser hija de Bertha Lujàn Uranga, que ocupó la oficina central de la Contralorìa del entonces Distrito Federal, y a quien se le considera la “tapadera” de los desvìos del erario capitalino en los cinco años de AMLO como “jefe” de Gobierno.
Como presidente del Partido Revolucionario Institucional, Porfirio uso todas[RV1] las malas artes de la política sucia para destronar a quien ganó en las urnas el gobierno de Nayarit, representante de la izquierda socialista, Alejandro Gazcòn Mercado, para entregársela a Jorge Cruickshank, de la llamada izquierda oficial del PPS.
Epilogo: El Peje y Porfirio tienen mucho en común: ambos abandonaron el PRI, ambos son proclives a los escándalos políticos, ambos son alborotadores, y ambos no tienen el sentido de la lealtad
BLOG COMMENTS POWERED BY DISQUS