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¿POR EL HONOR DE MEXICO?

Gobierno DF
Soldados y marinos han demostrado lealtad, ante las frecuentes ofensas del tabasqueño
Soldados y marinos han demostrado lealtad, ante las frecuentes ofensas del tabasqueño
Los altos muros de los cuarteles protegen al presidente en sus giras de campaña
En todas las ceremonias castrenses, los militares de todos los grados, desde soldados rasos hasta generales de tres estrellas, -incluidos los titulares de las secretarias de la Defensa Nacional y de la secretaría de Marina, Armada de México, gritan al unisonó “Por el Honor de México”.

AMLO, que es el presidente de la República en turno, con el título de Jefe Supremo de las Fuerzas Armadas, los uniformados le refrendan que en todos los momentos y en cualquier ocasión, su total e infinita lealtad.

Andrés Manuel López Obrador, ante las muestras de descontento, se apoya en los uniformados de verde olivo y de azul marino.

Las Fuerzas Armadas, paradójicamente y por capricho presidencial, han sido desarmadas y trasladadas a esa fantasiosa e inservible “Guardia Nacional” y que ocupa el lugar y las funciones de lo que fue el Estado Mayor Presidencial.

Los efectivos de la GN tienen la responsabilidad de garantizar la seguridad del caudillo, sobre todo por las muestras de inconformidad que existen y crecen en casi todo el territorio nacional.

En sus “giras de trabajo”, que en realidad son viajes de campaña, el tabasqueño ha tenido que refugiarse en las instalaciones militares, para escapar de los reclamos y de los insultos, para protegido de esos gruesos muros, decir que todo está requetebién, que no hay crisis, que la economía está avanzando.

Todo en la mente muy alejada de la terca realidad.

El Peje --calificativo que ha quedado en desuso--, ahora se le conoce como AMLO necesita del respaldo indispensable de los hombres del pueblo armados, para hacer parecer al zafio tabasqueño, como un hombre fuerte, ante un gobierno fallido o como líder de un régimen fracasado.

Ahora, los soldados y marinos están sometidos y dedicados a funciones de milusos, y permite o autoriza a las cupulas de la Sedena o de la Semar, a acumular recursos para tratar de amortiguar el creciente descontento.

Ambas dependencias castrenses, tienen la responsabilidad de administrar los movimientos (negocios) que a diario ocurren en las aduanas, en los puertos de mar o en las terminales aéreas.

En abuso a la solida lealtad, los soldados y marinos son ahora albañiles, vistas aduanales, plomeros, carpinteros, meseros y lo que se le ocurra al Mesías del Trópico, por ahora borracho de poder.

Son frecuentes los constantes agravios y ofensas del Peje a las fuerzas armadas, que el marcial y tradicional grito de “Por el Honor de México” se nota y se percibe apagado, sin el vigor de antaño.

Los soldados de a pie, los de la tropa, los de fajina no alcanzan a comprender cuando se alteró el concepto del valor, de la disciplina, del honor, del profesionalismo militar.

En la tropa hay inconformidad creciente. No alcanzan a entender cómo los viejos conceptos del honor, la disciplina y el pundonor profesional han sido cambiados a trabajadores al servicio de la presente administración, y contribuyen al malestar de los verdaderos e insustituibles, soldados de la Patria.

En estos primeros dos años de “gobierno”, Andrés Manuel López Obrador ha abusado de la lealtad y obediencia de soldados y marinos; y ya se presiente un franco descontento hacia su “jefe supremo”

Son tantos los agravios que el tabasqueño ha orientado contra los miembros de las Fuerzas Armadas que ya aprecia un cierto alejamiento hacia el Jefe Supremo.

El Peje, desde ante de que se cruzara la emblemática banda tricolor ha mencionado que los miembros de la marina y del ejercito son constantes violadoras de los derechos humanos, ha insinuado que son presuntos responsables de la desaparición de los 43 estudiantes normalistas de la escuela normal de Ayotzinapa, Guerrero.

Otro episodio difamatorio hacia los elementos uniformados ocurrió luego de un operativo en Nayarit contra la delincuencia organizada.

El presidente se refirió al personal de la secretaría de la Defensa Nacional, como violadores de los derechos humanos, al “masacrar a varios menores de edad”.

Y en una entrevista con el diario oficial de la presidencia, esbozo la idea de que “si por mi fuera, desparecería al Ejercito Mexicano”. De ese tamaño es la aversión que tiene hacia los uniformados verde olivo

También, en diversos eventos, AMLO ha tenido expresiones ofensivas a las acciones de los uniformados, sin tomar en cuenta que el “que el Pueblo bueno y sabio” tiene en alta estima las tareas que realizan los elementos castrenses por su oportuna y eficiente intervención en situaciones de emergencia y -por supuesto- porque son garantes de la estabilidad y soberanía de la nación.

Los titulares de la secretaría de la defensa nacional, general de división, Luis Crescencio Sandoval Gonzales y el de la secretaria de Marina, almirante José Rafael Ojeda Duran, han demostrado madurez ante las calumnias del tabasqueño

Como muestra en la más reciente ceremonia realizada en la Plaza de la Constitución, el general secretario de la Sedena tuvo que instruir al Peje para que oprimiera el botón y procediera a izar el monumental lábaro patrio, ante la “distracción” del mandatario.

Ambos altos jefes castrenses, han demostrado madurez y cordura, y han realizado esfuerzos para evitar que incremente el descontento de la tropa.

Sobre todo, porque López Obrador ha mencionado en diversas ocasiones que las “fuerzas conservadoras” no quieren que triunfe la cuarta transformación (4T) y que “tiene datos que buscan tirarlo por medio de un golpe de estado”

La realidad es que, en la mente nublada del tabasqueño, inventa conspiraciones por todos lados, como la que inventó que existe un “compló” para que “su gobierno” no compre medicamentos contra el cáncer” y otras patrañas por el estilo.

Y faltan cuatro años


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