En el Grupo Parlamentario del PRI en el Senado de la República estamos a favor de la economía familiar, los empleos, la competitividad, el medio ambiente y las energías limpias.
Por eso, y por las razones que a continuación se señalan, votamos en contra de la Reforma Eléctrica propuesta por el Ejecutivo y Morena:
Primero, por el desaseo en el procedimiento parlamentario con el que la mayoría del Senado procesó este Dictamen. Morena y su mayoría se negaron a llevar a cabo un Parlamento Abierto en el que se escuchara a expertos, lo mismo que a tener una discusión seria sobre la iniciativa.
Segundo, porque es inconstitucional. Va en contra de principios y derechos reconocidos en nuestra Constitución y en los tratados firmados por México.
Tercero, atenta contra el medio ambiente. Mientras el mundo apuesta por las energías renovables y limpias, en México se obliga al Estado a obtener energía sucia, cara e ineficiente.
Cuarto, porque la electricidad va a ser más cara para todos.
Va a terminar pagando más el gobierno y las familias, cuando la prioridad debe ser dar recursos a la salud y la recuperación económica, no generar gastos innecesarios.
Quinto, atenta contra la libre competencia, lo que significa un retroceso en la apertura del sector eléctrico y pone en riesgo miles de millones de pesos en inversiones, nos resta competitividad y nos quita credibilidad como un socio confiable en el mundo.
El país necesita certidumbre para atraer inversión, no reformas que la ahuyenten. Las y los legisladores del PRI en la Cámara Alta nos pronunciamos a favor de las energías limpias y la competitividad en el sector, que permita generar nuevos empleos y bajar los costos de la electricidad; y en contra de esta propuesta que traerá graves consecuencias económicas, ambientales y a la salud. Es lo que le conviene al país, a las familias y al medio ambiente.
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