PERFIL DE MÉXICO
*ASÍ VIENE ESTADOS UNIDOS
Armando Ríos Ruiz
El propósito del nuevo gobierno de Donald Trump con lo que ocurre en México en materia de comisión de delitos de alto impacto que se extienden hasta su
*ASÍ VIENE ESTADOS UNIDOS
Armando Ríos Ruiz
El propósito del nuevo gobierno de Donald Trump con lo que ocurre en México en materia de comisión de delitos de alto impacto que se extienden hasta su país, no es un mero capricho publicitario. Está basado en extensos y minuciosos estudios que abarcan diversos aspectos del problema y aunque comprende buena parte de la historia de los últimos años, está centrado básicamente en el sexenio que correspondió a Andrés Manuel López gobernar.
Se ha dicho hasta el cansancio que, durante los años de este gobierno, México observó una expansión sin precedente en su historia, de la criminalidad, envuelta preferentemente en las acciones del narcotráfico, que se extendieron a muchas áreas, entre las cuales se encuentra de manera destacada el tráfico de personas y que representa ganancias extraordinarias para esos criminales.
También se ocupa de la corrupción de los funcionarios que el anterior Presidente presumió combatir, como parte importante de su propósito presidencial, que se convirtió en una simulación, con señalamientos a las instituciones que tenía en la mira, para desaparecerlas acusadas de actividades indebidas, como ocurrió con la Suprema Corte y con una cantidad impresionante de organismos.
La continuidad de esta forma de gobernar rebasó los seis años y se ha prolongado en este, para cumplir las intenciones de aniquilamiento de empresas del gobierno, como venganza por haber observado conductas desobedientes con el que mantenía el poder. Por otro lado, el reconocimiento a los funcionarios más corruptos y con ligas claras con las organizaciones criminales, como los gobernadores de Sinaloa y de Guerrero, por mencionar sólo dos.
Uno de esos estudios hace ver que la actitud de obediencia ciega y al pie de la letra que ha observado la Primera Mandataria, tendrá que ser hecha a un lado, porque nadie es capaz de jugar dos papeles contrarios al mismo tiempo. Las actitudes asumidas hasta hoy, de expresar en sus discursos patrioteros que no permitirá el pisoteo de nuestra soberanía, tendrán que ser abandonados ante el progreso norteamericano sobre nuestros delincuentes. Además, el documento pone especial énfasis en actuar estrictamente con respeto a nuestro suelo.
El informe se denomina Prospectivas y Posibilidades para la Cooperación de Seguridad durante la Administración de Claudia Sheinbaum. Fue presentado por el Wilson Center y el Instituto México a la Casa Blanca y el autor es Vanda Felbab-Brown. Explica que “durante la administración pasada, en México se vio un deterioro masivo de cooperación y un crecimiento extraordinario del poder de los grupos criminales mexicanos, que va mucho más allá del tráfico de fentanilo”.
A este respecto, dice que “Es crucial que Estados Unidos amplíe la apertura con la que aborda a los grupos criminales mexicanos: contrarrestar su tráfico de fentanilo es esencial, pero no suficiente”. Lo que quiere decir que el vecino iría mucho más allá de simplemente acabar con el trasiego de dicha droga, sino que tendría que expandir los ataques a todas las áreas que hoy ocupan los criminales, que comprende un espacio extenso del territorio mexicano y del mismo gobierno.
El estudio menciona que “al colaborar con la administración de Claudia Sheinbaum para contrarrestar el tráfico de fentanilo, Estados Unidos debería adoptar el énfasis del gobierno actual en desmantelar las estructuras de los grupos criminales mexicanos y no optar sólo por la captura de líderes de cárteles o la destrucción y confiscación de laboratorios como las principales acciones y medidas de esfuerzo”.
Continúa: “sin embargo, si la administración Sheinbaum no muestra una voluntad mucho mayor de colaborar significativamente en los esfuerzos contra el crimen, Estados Unidos necesita tener otras medidas listas. Vincular las cuestiones de seguridad a la revisión del T-MEC en 2026 debería ser una de ellas”. ¿Qué quiere decir lo anterior? Que, con todo y su chauvinismo, la Presidenta tendrá que acatar, le guste o no a su patrón.
El tema da para más. Sirva lo anterior como información de lo que viene.
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