Un tigre anda suelto por todo el país: miles de muertos por el crimen organizado, la pandemia, y la corrupción en la 4T
Quien pompó la campaña presidencial de AMLO, ¿los empresarios, el pueblo bueno y sabio o el narcotráfico?
Durante la campaña presidencial más larga del mundo, el entonces candidato por el Partido de la Revolución Democrática, Andrés Manuel López Obrador, mejor conocido como el Peje, caminó al filo de la ley.
Realizó toda clase de delitos, desde bloquear pozos petroleros en Tabasco, promover platones en la Plaza de la Constitución y en el gran corredor Zócalo—Auditorio Nacional, durante seis meses, que provocó pérdidas millonarias de los comerciantes de la zona.
También organizo un campamento frente al Palacio de Gobierno de Tabasco.
En las dos primeras acciones el Peje cobró millonarias sumas, bajo el pretexto de “desgaste físico”
Marcelo Ebrard Casaubón, secretario de gobierno del entones DDF con Manuel Camacho Solís, fue el encargado de entregarle 35,000 millones de viejos pesos para que “despejara” la plancha del Zócalo.
Además, le puso camiones de lujo para que los activistas (es un decir) regresaran a Villahermosa con toda comodidad.
Ahora ya apoltronado en la silla del Águila, AMLO se queja de que los elementos de FRENAA, tienen ocupado en Zócalo con casas de campaña desocupadas.
¿Se le olvido que las carpas de avenida Juárez y paseo de la Reforma también estaban vacías?
Una de las muchas promesas como candidato, fue “acabar con la corrupción” fenómeno que se ha desarrollado hasta el infinito en la era de la 4T.
Muchos de sus funcionarios de gabinete y del poder legislativo, tienen la letra “C” color purpura en la frente. En especial el canciller con funciones de vicepresidente, su viejo conocido Ebrard, Bartlett, Sandoval, Ackermann, Sánchez, Romo
Por el lado legislativo: Monreal, Padierna, Noroña, Ibáñez (Polensky) Delgado y muchos más.
Hace falto un nuevo Peje para que realice toda clase de acciones como las que el ahora “jefe de la nación” hizo durante dos décadas.
El nuevo disidente no dejaría pasar las acciones de corrupción de un hermano incómodo de AMLO, Pío López Obrador, que sin recato recibió millones de pesos del erario de Chiapas, vía David León, recién nombrado como el hombre honesto que encabezaría las compras masivas de medicamentos. Desde luego para simular el inmaculado señor León, no alcanzó a tomar posesión del muy jugoso cargo.
El nuevo Peje promovería un plantón frente a la casa del Pío y frente al Palacio Nacional; organizaría un mitin con megáfono y acarreados para denunciar la corrupción de la familia López Obrador.
AMLO repite en sus “mañaneras propagandísticas” una serie de diatribas contra organizaciones como FRENAA, Si por México; MEXICANOS UNIDOS CONTRA LA CORRUPCION.
Y pretende ser gracioso: ¿Quién pompó, quien patrocina estos organismos?
Al “señor presidente” le molesta que exhiban su ineptitud, su mendacidad, las sandeces que emite por racimos.
Otro ejemplo de corrupción: Jesús Ramírez Cuellar, era fundador y director de un “pasquín inmundo” llamado “Regeneración” publicación que fue utilizada para lavar dinero, fueron millones de pesos orientados a la campaña presidencial de Andrés Manuel.
Otro pasquín inmundo, es La verdad del Sureste, que como Regeneración es publicación orientada a apoyar todas las mentiras de AMLO.
Y a propósito de “quien pompó” queda una gran duda, si el narco financió parte de la larga campaña presidencial; hay indicios de que existieron esas “aportaciones”.
Es sospechosa la relación muy estrecha con la familia de José Luis Abarca alcalde de Iguala y de su esposa María de los Ángeles Pineda, pareja involucrada con los cárteles “Los Rojos” y “Guerreros Unidos”, muy amigos de AMLO y presuntos autores de la masacre de los 43 estudiant3es normalistas de Ayotzinapa, Guerrero
O el saludo a Consuelo Loera, madre de Joaquín Archivaldo Guzmán Loera, el “Chapo” y la abrupta liberación del “chapito” Ovidio Guzmán López. La orden fue dada por el propio presidente López Obrador “para evitar la muerte de personas inocentes”
Y pedir disculpas, desde el púlpito presidencial, por haber mencionado al capó como el “chapo” es el señor Joaquín Guzmán Loera, rectificó el zafio tabasqueño.
Por ello, es muy sospechosa la actitud de AMLO de bajarse de su camioneta blindada para ir a saludar a la señora madre del Chapo
Y que lanzo la orden de “abrazos no balazos” que ha originado que las fuerzas armadas sean humilladas por la delincuencia, que tiene el control de casi todo el territorio nacional.
EL TIGRE SUELTO
Durante uno de los debates, para la campaña presidencial, el entonces candidato por el movimiento para la regeneración nacional, Andrés Manuel López Obrador, lanzó la amenaza directa que, “si le volvía a hacer fraude y ganara la elección, soltaría al tigre y no estaría para contenerlo”.
Y a poco menos de dos años arribar al Palacio Nacional, el tabasqueño ha demostrado que no está capacitado para ejercer la Presidencia de México.
Su enorme estupidez, su incapacidad mental, el resentimiento que lo acompaña desde su adolescencia por el rechazo de sus padres a consecuencia de haber asesinado a hermano menor.
Además, su rencor hacia la humanidad, demostrada con los recortes presupuestales en instituciones prioritarias, como la del Sector Salud; eliminar el Seguro Popular para instaurar el muy controvertido INSABI. (Instituto de Salud para el Bienestar)
Borrar de un plumazo la oficina promotora de turismo; fundar la “guardia nacional” integrada por soldados y marinos; utilizar las “consultas patito” para para frenar inversiones privadas y al mismo tiempo vengarse de sus “adversarios”.
López Obrador, dejo sin recursos no obstante la emergencia nacional con motivo del llamado “corona virus”, primero promovió proseguir con abrazos y besos –inclusive a menores de edad- lo que le valió el calificativo de pederasta.
Al “jefe supremo de las fuerzas armadas” le informaron que los médicos y enfermeras de las Instituciones Nacionales, no tienen insumos para trabajar con eficacia e inclusive los instó a comprar medicamentos y vendas, jeringas y más productos médicos.
No obstante, el déficit presupuestal, el KK´s, ha reiterado su capricho de proseguir con sus tres obras inviables: el aeropuerto de Santa Lucía; la construcción del Tren Maya. (que dañara el entorno ecológico), y la estupidez mayor: una refinería en su natal Tabasco, en la zona de dos Bocas, que la tiene bajo el agua, los bromistas señalan que dará servicio de combustible a los submarinos.
Todo lo anterior, es la suma de que el tigre anunciado por el entonces candidato de MORENA ya esté suelto por todo el territorio nacional.
El gran felino tiene varios frentes: la aparición de la recesión con su cauda de desempleo, saqueo en tiendas de conveniencia, asaltos a amas de casa, robos a casas habitación, secuestros, asesinatos a niños. Y mujeres.
La aparición del coronavirus ante un sistema de salud colapsado por el recorte presupuestal, ha originado miles de víctimas mortales, que están siendo acumuladas a los crímenes de AMLO.
Más aun, la economía con crecimiento bajo cero; la caída de los precios del petróleo, que provoca la imparable devaluación del peso, que conlleva la inflación que origina aumento en los precios de artículos de primera necesidad.
Aunada a la terquedad del “primer mandatario” de proseguir con sus caprichos de la modernización del aeropuerto militar de Santa Lucía, supuestamente para desahogar el Internacional Benito Juárez.
Repito, la construcción de una nueva refinería en el estado de Tabasco, en la zona conocida como Dos Bocas, son considerar que la gasolina será desplazada por energía eléctrica y el llamado Tren Maya cuyo desarrollo destruirá el medio ambiente, al dividir la zona selvática de la Península.
López Obrador ha dilapidado el presupuesto 2020, eliminado los fideicomisos, parte de la reserva nacional y tiene en mente las afores.
Y esto no acaba, AMLO tiene la meta que permanecer muchos años en el gran poder, es decir, ser coronado como el pequeño dictador. Ya se observan visos de seguir el ejemplo de Chávez, de Maduro, de Noriega, de Evo, de Bolsonaro, de Pinochet, de Barrientos,
Por eso hace falta un nuevo Peje, que ponga en jaque a López Obrador
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