La Bancada Naranja en el Senado de la República manifestó su rechazo a la reforma constitucional que concreta la militarización
La Bancada Naranja en el Senado de la República manifestó su rechazo a la reforma constitucional que concreta la militarización de la Guardia Nacional al establecer su adscripción operativa y administrativa a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), y su reconocimiento como parte de la Fuerza Armada permanente.
A nombre del grupo parlamentario de Movimiento Ciudadano, el coordinador Clemente Castañeda expuso que con esta reforma se pierde la oportunidad de construir un México en paz porque se prolonga la misma estrategia fallida implementada desde hace más de 15 años. La iniciativa, agregó, también representa la renuncia del Gobierno de México a hacerse cargo de su responsabilidad constitucional en materia de seguridad pública a través de la vía civil.
“Ahora, nos presentan este manojo de contradicciones que, en el fondo, no se trata de incorporar la Guardia Nacional a las Fuerzas Armadas en labores de seguridad pública, eso lo llevan 5 años haciendo, sino renunciar a un proyecto de seguridad pública civil sin lograr una solución de fondo, estructural y duradera en materia de seguridad”, expuso el senador por Jalisco.
“No hay una solución de fondo en materia de seguridad en esta propuesta. La Estrategia Nacional de Seguridad Pública no existe. Nosotros hemos insistido en corregir la estrategia, pero su apuesta fue siempre la misma, prolongar una estrategia que tiene fallando más de 15 años. No hubo un cambio de timón, hubo un cambio de discurso, pero en la práctica termina siendo exactamente lo mismo”.
Castañeda destacó que Movimiento Ciudadano es la única fuerza política que sistemáticamente se ha opuesto al proceso de militarización de la seguridad pública y también la única que ha propuesto una ruta alternativa para transitar hacia un modelo de policía civil y el retiro progresivo de las Fuerzas Armadas en tareas de seguridad pública.
“Este camino ineludiblemente requiere que pongamos todo de nuestra parte para fortalecer y consolidar a las policías locales, con un modelo de profesionalización, capacitación permanente, y sobre todo, recursos para que quienes se juegan la vida protegiendo a los demás”, comentó.
“Esta reforma fractura de manera muy delicada el equilibrio y la separación entre el poder civil y el poder militar y lamento mucho que el corolario de este gobierno que se dice de izquierda sea la militarización de la seguridad pública y de la vida pública de México. Que la historia les haga el favor de juzgarlos con justicia. No cuenten con nosotros para esta atrocidad”, puntualizó.
A su vez, la vicecoordinadora de la Bancada Naranja, Alejandra Barrales, señaló que los últimos tres sexenios han demostrado que la presencia de las Fuerzas Armadas en tareas de seguridad pública ha sido un fracaso porque los delitos han aumentado en todo el país. Agregó que la alternativa que México necesita es fortalecer las policías estatales y municipales, y lamentó que legisladores de izquierda ahora avalen la militarización cuando antes la criticaban.
“¿Qué les pasó? ¿En qué momento cambiaron de opinión? ¿En qué momento dejaron de considerar al Ejército en las calles como una militarización? Esta inminente militarización que hoy nos están proponiendo, ustedes lo saben, vulnera las garantías individuales, sobre todo de aquellos territorios en donde hay mayor criminalidad”, señaló la senadora de Movimiento Ciudadano.
“Nuestra discusión el día de hoy debiera de estar girando en torno a discutir un nuevo modelo de seguridad, un modelo donde no tuviéramos que recurrir a las Fuerzas Armadas, donde no pensáramos en tenerlas en la calle para poder garantizar seguridad. Y no puedo sino con tristeza decirles que es este gobierno de izquierda el que viene hacer realidad el más grande anhelo de un gobierno de derecha: militarizar a un país”.
En tanto, el senador Luis Donaldo Colosio Riojas expuso que esta reforma significa que las autoridades civiles han claudicado en su responsabilidad de gobernar la seguridad de las y los ciudadanos.
El también ex Alcalde de Monterrey afirmó que otras ciudades del país han demostrado que sí es posible tener una labor policial de excelencia desde lo local con formación preventiva y de proximidad y apostando por la investigación, la información y la inteligencia.
“No podemos aceptar que, como mexicanas y mexicanos, fuimos incapaces de dotar de seguridad civil a nivel federal y sobre todo local. No vamos a acompañar esta claudicación de la seguridad ciudadana porque sabemos, por nuestra propia experiencia, que sí es posible construir una seguridad diferente. La seguridad debe ser civil y local”, apuntó.
“Es hora de recordar que cuando se militariza la vida pública de una nación, la democracia languidece y el autoritarismo crece. Mi voto será en contra porque creo en un México donde la seguridad no dependa de los militares, sino de la justicia, la paz y el respeto a los derechos humanos”, puntualizó.
La senadora Amalia García advirtió que otorgarle más poder a los militares ha provocado que éstos comiencen a trastocar la relación cívico-militar y pasarse de los límites marcados en la Constitución.
“No requerimos darles más facultades a los militares, requerimos que los constituyentes de 1857 y de 1917 cuidaron, hoy lo protejamos. Romper con el límite del artículo 129 resulta muy preocupante. Tenemos 17 años de militarización creciente. La violencia y el poder de la delincuencia organizada se ha recrudecido”, comentó la legisladora por Zacatecas.
Agregó que las policías de la Ciudad de México y de Yucatán son ejemplos de resultados positivos en seguridad pública desde el ámbito civil, por lo que consideró que esto puede ser replicado en el resto del país sin recurrir a la militarización.
El senador Daniel Barreda detalló que la Corte Interamericana de Derechos Humanos ha sido enfática al señalar que la participación militar en la seguridad pública debe ser excepcional y temporal, sin embargo, la reforma impulsada por Morena es la normalización de la presencia militar en las calles sin controles ni limitaciones claras, lo cual afecta los derechos humanos de la población.
“Esto es un retroceso inaceptable para el país. Estamos entregando una parte crítica de la vida pública de México a una estructura que no está diseñada ni capacitada para actuar bajo los principios del debido proceso, la proporcionalidad del uso de la fuerza y el respeto de las garantías individuales”, puntualizó. BLOG COMMENTS POWERED BY DISQUS