A unos días que se realice en México el Buen Fin –del 16 al 19 de noviembre-, la Asociación Mexicana de Empresas de Seguridad Privada (AMESP), hizo un llamado a las grandes cadenas
En estas épocas del año, se incrementa notablemente el robo hormiga, debido al mayor flujo de los clientes en las tiendas y más inventarios para satisfacer la demanda.
Mermas que ocasionan pérdidas cercanas a los 100 millones de dólares al año y merman hasta el 35 por ciento de las utilidades netas de estas empresas.
Los artículos que más se roban son: 70%: ropa y artículos de uso personal como perfumes, desodorantes, maquillaje, lociones, jabones, etcétera;
30%: alimentos, celulares, juguetes, computadoras, videojuegos y artículos para el hogar como planchas, licuadoras y hornos.
Quienes más realizan este ilícito son mujeres que se hacen pasar por personas con alguna discapacidad o embarazadas. En gran medida utilizan niños.
Actúan también bandas perfectamente organizadas y generalmente actúan en grupos de cinco personas, para que unos hagan labor de vigilancia, otros de distracción de las autoridades y quienes cometen el hurto.
Antes de actuar, estas bandas estudian perfectamente el comercio en donde cometerán el robo. Es decir, previamente acuden al lugar para hacer labor de inteligencia y detectar la forma en que está organizada la tienda, cuáles sus puntos ciegos, dónde se ubica la gerencia, las cámaras de vigilancia, las antenas detectoras de metales, los guardias de seguridad. Es decir, tienen un estudio detallado del día a día del comercio.
Es en las zonas de clase media y media baja donde más se cometen estos ilícitos y por entidad federativa, las más afectadas son el Estado de México, Veracruz, Ciudad de México y Puebla.
Los cambios recientes al sistema penal acusatorio también han favorecido que los criminales tomen riesgos adicionales por el perdón que otorgan los jueces al devolver la mercancía y la complejidad de demostrar la delincuencia organizada como agravante del delito.
La mayor parte de lo sustraído es para reventa y otra parte menor es para consumo personal.
Para evitar este tipo de ilícitos, la AMESP recomienda poner en marcha soluciones de seguridad y protección, que no sólo ayudan a salvaguardar a sus establecimientos, sino también a empleados y clientes. El recurso más importante en la seguridad es el humano, que debe ser capacitado.
Además, se requiere personal profesional de seguridad en áreas de alto riesgo. La coordinación con la autoridad y el uso de números de emergencia es muy importante. Los equipos son de apoyo.
Se debe probar antes los equipos validar que funcionan bien, que tienen capacidad, así como los procesos y protocolos y que se cuenta con la información necesaria para acudir con la autoridad.
El volumen de clientes en la tienda implica también una responsabilidad por salvaguardar la integridad de clientes y un reto a la protección civil, con medidas de seguridad.
Esto mediante el uso de equipos electrónicos de alta tecnología, con lo que el comercio controla perdidas por robo hormiga, ingreso de ladrones a sus instalaciones, riesgo de incendios, robo interno y hasta problemas de eficiencia en el manejo y administración de sus inventarios.
Las tecnologías más utilizadas en estos casos son los sistemas de Seguridad Electrónica, CCTV, Artículos (EAS), las de detección de robo, las de etiquetado de origen, las de Inteligencia de Tráfico y desempeño de la tienda, los Videos Analíticos y la Inteligencia de Inventarios.
BLOG COMMENTS POWERED BY DISQUS